Lorenzo Amigo: conferencia en Cádiz sobre el Vaticano II



Lorenzo Amigo, sacerdote marianista, actualmente responsable de Vida Religiosa de la provincia sm de España, ha pronunciado una conferencia en el colegio San Felipe Neri de Cádiz. Nos ha proporcionado el texto de ella, que Ágora publica ahora.

La charla comienza con estos párrafos iniciales:

El “cuarto de hora de locura” de Juan XXIII, como calificaba un monseñor romano la decisión del Papa Roncalli de convocar una asamblea de obispos de todo el mundo, se convirtió en un verdadero huracán del Espíritu, capaz de derribar los muros de incomunicación de la Iglesia con el mundo moderno.

Hay que reconocer que ya se ha esfumado el entusiasmo que caracterizó la espera y la celebración del Concilio Vaticano II. También hay que lamentar que, prácticamente, ha desaparecido la casi totalidad de los que protagonizaron este magno acontecimiento (cardenales, obispos, teólogos, observadores…). Incluso se ha ido disipando melancólicamente como el humo la bélica llamarada del rechazo de Lefebvre y seguidores. Y, ciertamente, es evidente el profundo cambio que se ha producido en el contexto histórico, debido en gran medida a la misma celebración conciliar y a los grandes procesos que ella puso en marcha.

Sin embargo, a cincuenta años de distancia, el Vaticano II se presenta como un acontecimiento que ha posibilitado que la esperanza y el optimismo del evangelio vuelvan a ser actuales. Marcó, a través de sus textos y del espíritu renovador que en ellos latía, el final de una larguísima etapa de oscura cristiandad y sembró el terreno para que la comunidad de los creyentes pudiera inculturarse en una sociedad nueva. El Concilio Vaticano II hizo un inequívoco y explicito reconocimiento de la autonomía de las realidades temporales, afirmó abiertamente los derechos y libertades de las personas y de los pueblos, defendió la libertad religiosa como derecho fundamental e inalienable de la persona…

Leer la conferencia completa en «Espiritualidad/El Espíritu en la historia/Iglesia/Ministerios y carismas»

 

50 años del VATICANO II

Del 2012 al 2015, la Iglesia católica celebra las Bodas de Oro del concilio Vaticano II (1962-65), sin duda el acontecimiento eclesial cumbre del siglo XX, y el comienzo de una nueva etapa de autoconciencia y misión de la Iglesia.

El Vaticano II abrió la puerta a una nueva autocomprensión e imagen de la Iglesia: la “eclesiología de comunión”. Ágora se sitúa en este espíritu del Vaticano II. Y con motivo de la celebración de los 50 años del concilio, ofrece en esta sección, una ventana a las claves, la significación y la llamada que nos sigue haciendo el Espíritu desde este hecho.

El Vaticano II. Historia del concilio: Preparación, desarrollo y aplicación.

Juan XXIII. Homilía de inaguración del Concilio. Mañana del 11 de octubre de 1962

Juan XXIII. El «Discurso de la luna». En la noche del 11 de octubre de 1962, el día que comenzó el Vaticano II.

Benedicto XVI- Giuseppe Ruggieri. Vaticano II: una interpretación.

Dos obras importantes sobre el Vaticano II:

John W. O’Malley. «¿Qué pasó en el Vaticano II?» Sal Terrae. 2012.
Jesús Espeja. «A los 50 años del Concilio». San Pablo. 2012

Lorenzo Amigo: Vaticano II, el mayor acontecimiento de la Iglesia del siglo XX». Conferencia en Cádiz, noviembre 2012.

 

Dos grandes constituciones señalan la doble y nueva mirada de la Iglesia en el Vaticano II: la mirada hacia dentro (¿qué dices de tí, Iglesia?), expresada en «LUMEN GENTIUM»; y la mirada hacia fuera (¿cuál es tu misión en el mundo de hoy, Iglesia?), expresada en «GAUDIUM ET SPES».

La constitución “Lumen Gentium”, es el documento primordial, que configura la nueva eclesiología contemporánea, dando junto con Gaudium et Spes, una respuesta global a la Modernidad, nacida tras la Ilustración y las revoluciones.

La estructura de L.G. da así la clave de una nueva visión eclesial.

La Iglesia es Cuerpo de Cristo y Pueblo de Dios en la que el Espíritu ha derramado sus carismas, puestos al servicio del mundo como “ministerios”:

1. El primero y más importante es el de los bautizados. Por el hecho de nuestro seguimiento de Jesús que deriva del Bautismo, participamos de la triple función o ministerio de Cristo: función profética, función sacerdotal, función pastoral.

2. Desde ahí, desde nuestra condición de “Pueblo de Dios”, (en el que todos somos iguales, todos hijos de Dios, todos “servidores”, en una Iglesia servidora como Jesús), se diversifican funcionalmente los estados de vida eclesial:

 

El Laicado

La Vocación seglar. Constituye la mayoría del Pueblo de Dios.

Ministerios laicales. Institutos seculares. Movimientos

Documento magisterial: «Christifideles laici «

 

El Sacerdocio:

Diáconado, Presbiterado, Episcopado.

El ministerio de Pedro: el Papado

El colegio de los obispos. Concilios y Sínodos

Documento magisterial «Pastores dabo vobis»

 

La Vida Consagrada por los consejos

Historia de la Vida consagrada:

Vírgenes, Monacato, órdenes, congregaciones

y sociedades de vida apostólica

Documento magisterial: «Vita consecrata»

Entradas relacionadas